Existe un
documental que pasan en diferentes eventos de animación llamado “Persistencia
de la Visión (Persistence of Vision)”. Aquí
Kevin Schrek Studios te explica que fue lo que pasó con la película “El Ladrón
de Bagdad (The Princess and the Cobbler/The Thief and the Cobbler)”. La mayoría
de las personas no conocen esta película, y si la han visto probablemente
tienen el pensamiento erróneo de que es una copia barata de “Aladdin”.
Antes que
nada, quiero hablar un poco sobre el creador y director de la película. Su
nombre es Richard Williams y actualmente tiene 80 años. Este sujeto trabajó
para Disney, vivió en España e Inglaterra, ganó varios premios Oscar, ganó un
Emmy, fue director de la película “¿Quién engañó a Roger Rabbit?”, etc. Richard
Williams anima desde los 12 años, y se mantenía económicamente de su arte desde
los 16.
No hay
manera de explicar lo grandioso que es este sujeto. Yo lo consideraría uno de
los grandes maestros animadores. Lo más triste es que en lugar de ser
reconocido por “El Ladrón de Bagdad”, la mayoría de las personas lo conocen por “Roger Rabbit” y por el libro
que escribió llamado “Kit de Supervivencia del Animador”.
Richard
Williams tenía una visión. Su meta era crear la mejor animación de la historia;
quería revolucionar a la animación. Comienza “El Ladrón de Bagdad” en 1964 y consigue
que Warner Bros lo financiara en 1988 después de dirigir “¿Quién engañó a Roger
Rabit?”. Richard y su equipo trabajaron 28 años en esta película. Richard era
tan perfeccionista que tiraba a la basura miles de escenas animadas que tomaban
meses en realizar. Todo en la película tenía que ser perfecto.
Personalmente
catalogaría a Richard como un cínico demasiado ambicioso para su propio bien.
La película ni tan siquiera tenía un storyboard. No contaba con una historia
con un fin determinado, si al director le gustaba una escena (aunque no tuviera
que ver mucho con la historia) la alargaba.
El problema
más grande de esta película es su
historia. No te captiva lo suficiente. Los personajes no te impactan y no
construyes una relación con ellos, por lo tanto dejan de importarte. Entonces, ¿qué
es lo grandioso de esta película? Honestamente, es la animación.
La
animación es perfecta. Las personas que saben de animación y ven esta película
probablemente se queden impactadas. Toda la película fue hecha a mano (excepto
por una escena). Cada movimiento, cada fondo, cada detalle es hermoso. Un
animador podría apreciar todo esto, pero un simple mortal no lo entendería y se
fijaría más en que no tiene una historia concreta.
Richard Williams nunca logro terminar “El Ladrón
de Bagdad”. Como no pudo terminar la película a tiempo (le faltaban animar 15
minutos), Warner Bros se retiró del proyecto. Al pasar esto, “The Completion
Bond Company (compañía que si no terminas una animación a tiempo, se apodera
del proyecto y la terminan por ti con un bajo presupuesto)” se apodero de “El Ladrón
y de Bagdad.”
Terminaron
la película cortando muchas de sus escenas y re editándola, poniéndole voces a
personajes mudos, agregándole canciones, etc. En resumen, arruinaron
completamente la película. Al lanzarla en 1995, se convirtió en un fracaso
total. Las ediciones fueron hechas para que la película se pareciera mucho a “Aladdin”.
Hay rumores de que “Aladdin” copió elementos de “El Ladrón y el Bagdad”, ya que
muchos animadores de Disney trabajaron con Williams. Pero en fin, “Aladdin” ya tenía
3 años de éxito, lo cual hizo que “El Ladrón de Bagdad” se viera como su copia
barata.
“El Ladrón
y el Bagdad” tiene el record del mayor tiempo de producción para una película.
Warner Bros invirtió alrededor de 50 millones en ella. Estaba planeada ser la
mejor película animada de todos los tiempos, y casi obtuvo este logro al solo
carecer de 15 minutos inanimados. Existen dos versiones de la película, una
realizada y terminada por la compañía que la arruinó, y otra llamada “Recobbled
Cut” que es la animación original de Williams no terminada. Recomiendo mucho
que vean esta última versión. A continuación, les dejo el enlace por si la
quieren ver.
Enlace:
Referencias