domingo, 23 de febrero de 2014

Les dije que tenía amigos y que no era una loca con muchos ponis

Este fin de semana vino un amigo de Sonora a visitarme. Naturalmente cuando la gente viene a visitarte, los maestros hacen un complot en tu contra y te dejan toda la tarea del universo, esta visita no fue la excepción. Sin embargo, como cualquier otra persona responsable y cuerda, he decidido salir viernes y sábado, dejando toda mi tarea para el domingo. Tristemente, mis compañeros están a punto de terminar y yo voy comenzando.

A pesar de las desveladas que tendré que sufrir, puedo decir que valió la pena. Dario es una de las personas las cuales me da mucho gusto ver. Como nunca había  venido a Guadalajara, lo natural fue llevarlo al Centro, donde apreciamos la hermosa arquitectura. Comimos en un restaurante Libanes, después de perdernos caminando y entramos al palacio de gobierno. Como todo buen Sonorense, estaba impresionado de la cantidad de árboles que habitan la cuidad. El jura que la cuidad huele a lichis, una fruta que no tenía ni idea de que existía antes de venir a Guadalajara.

Otra de nuestras actividades fue visitar Andares. Aquí compre el libro de George Orwell, 1984. Este libro fue recomendado por mi profesora Laura, y decidí comprarlo después de leer muchas listas de libros clásicos que tienes que leer antes de morir. No estoy muy segura, pero creo que Tony menciono a este autor en su exposición de obras literarias. Mi querido amigo Dario, me compro  El Mago de Oz, después de que le platique que estaba leyendo obras clásicas.


Terminamos la noche comiendo sushi en banda, lo cual fue una experiencia muy rara y divertida. En general me divertí mucho y no me arrepiento de no haber hecho mi tarea.

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